– ¿Quieres decirme el camino que debo tomar para salir de aquí?- Exclamó Alicia

– Eso depende mucho del lugar al que quieras ir – dijo el gato

– Poco me preocupa a dónde ir – dijo Alicia

– Entonces poco importa el camino que tomes – replicó el gato.

Alicia en el País de las maravillas, Lewis Carrol.

Ayudar a tu cliente a definir un objetivo con claridad es fundamental para llegar a buen puerto y para ello necesitamos técnicas que hagan más fácil comenzar un proceso de cambio.

«Quiero cambiar de imagen», «sentirme mejor conmigo mismo», «recuperar la seguridad a la hora de comunicarme», etc.

Todos son válidos pero necesitamos ahondar y clarificar más para construir juntos el camino hacia el éxito de nuestros servicios. Comparto contigo 5 claves que ayudarán a tu cliente:

1. Definir un objetivo que sea importante para él.

Detrás de cada deseo hay una necesidad, no es lo mismo «querer comunicarte mejor» que necesitar ser reconocido por el entorno, o «querer verte más guapo» que necesitar aumentar tu autoestima.

Cuando descubrimos las necesidades que hay detrás de los deseos, todo se vuelve más importante y útil y dando los pasos adecuados no sólo se satisface una necesidad sino que posiblemente también el deseo que trae tu cliente.

Lo primero:

  • Detecta cuál es el problema u obstáculo que tiene su cliente y ahonda en el objetivo. Te ayudarán las siguientes preguntas:
    • ¿Qué es lo que quieres conseguir?
    • ¿Cuál es el obstáculo que te impide alcanzar tu objetivo?
    • ¿Qué habilidades, herramientas o recursos tienes para ir a por ello?
    • ¿Qué opciones tienes para conseguir tu objetivo?
    • ¿Cómo es el contexto o entorno en el que te desenvuelves hoy?
    • ¿Cuándo quieres ponerte en marcha?
    • ¿Qué más beneficios tendrías consiguiendo tu objetivo?
    • ¿Cuál sería el mejor resultado para ti?

2. Describid el objetivo de forma eficaz:

Existen muchos modelos de Coaching  para establecer una meta. Finalmente lo que se pretende es encontrar un titular bien definido que explique de forma nítida el resultado esperado.

No es lo mismo poner un objetivo de: «Quiero ser más elegante» que: «Quiero aprender a mostrar una imagen externa refinada en el trabajo de aquí al verano que me haga sentir más seguro»

Te podrá valer usar este acróstico para filtrar si el titular de tu cliente es eficaz:

Medible: que se pueda comprobar a través de lo hechos, lo que se ha conseguido – (de aquí a verano, más seguro).

Específico: que sea concreto y no abstracto (imagen externa, en el trabajo).

Tangible: que se haga realidad en hecho, personas o cosas reales (en relación al área laboral).

Alcanzable: que asegure un tiempo para conseguirla y una magnitud adaptada a tus posibilidades (de aquí a verano).

3. El éxito para el cliente: emociones y contexto.

Palabra grande y abstracta ¿verdad? ¿Qué es el éxito?

El que sea para el cliente.

Una prueba de ello serán las emociones y sentimientos que vivirá cuando haya alcanzado su objetivo.

Ayuda a tu cliente a visualizar el objetivo conseguido y describid juntos cómo se sentirá cuando lo consiga.

  • ¿Cómo te sentirás cuando lo hayas conseguido? Alegre, pleno, más seguro, ilusionado, confiado, etc.

4. Los 3 Niveles de un objetivo, son 3 posiciones

A veces tratamos los objetivos de forma tan racional que nos olvidamos de su repercusión en otras dimensiones de la persona. En Coaching de Imagen preguntaremos por 3 niveles de impacto:

  • Nivel psicológico o Imagen Interna: Identidad, Valores, Creencias, Capacidades, Conductas y Emociones.
    • ¿Qué repercusión tendrá alcanzar tu objetivo en tu vida?
  • Nivel físico o Imagen Corporal: Conciencia Corporal, Comunicación no Verbal y Expresividad
    • ¿Qué necesitas de cuerpo, nutrición o comunicación no verbal para alcanzar tu objetivo?
    • ¿Qué cambios notarás en tu físico, postura o salud?
  • Nivel Estético: Imagen Externa y Apariencia.
    • ¿Con qué relacionas «ser más elegante»?
    • ¿Qué necesidad buscas cubrir con este estilo?
    • ¿Hay otros estilos que puedan ayudarte a sentirte como quieres?

5. El impacto en los valores personales.

Cuando vinculamos valores personales a los objetivos que nos marcamos, la cosa cambia.

No es lo mismo buscar un cambio de imagen porque mis amigos me cuentan que no me saco partido a elegir un cambio en la apariencia para sentirme más libre y auténtico.

La pregunta clave aquí es:

  • ¿Para qué quieres conseguir tu objetivo?
  • ¿Cómo es de importante para ti?
  • ¿Qué significa para ti «ser más elegante»?

Espero que te hayan servido estas 5 claves para ahondar en el objetivo de tus clientes y hacer más eficaces tus sesiones.

¿Cuál de ellas quieres poner en práctica? ¿Hay alguna otra técnica que quieras compartir?

Comparte tus comentarios más abajo.

Un abrazo

Domingo Delgado

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