Si llevas dándole vueltas al tema, para y hazte estas dos preguntas poderosas.

Te servirán sobre todo cuando estés en el punto en el que no te sientes identificado con tu imagen o simplemente intuyas que algo no va como realmente quieres, aunque no sepas bien el que.

El estilo es una proyección de cómo eres por dentro y puedes conocerte en profundidad usando estos recursos para que luego tu imagen externa brille. Esta vez no será por la lentejuelas sino por la verdad que hay en ser uno mismo.

Pregúntate «Por qué»:


¿Por que visto hoy de esta manera?

  • Comodidad
  • Dejadez
  • Aburrimiento
  • Porque no sé hacerlo de otra manera
  • Porque no me atrevo a probar…
  • Otros: completa tú la respuesta que mejor te describa…

Como ves, esta pregunta te da las razones: el conjunto de pensamientos, opiniones y creencias sobre ti que quizá te sean validos o tal vez no.

Yo que tú las cuestionaría a ver que encuentras nuevo sobre ti.

Las razones bien argumentadas son un arma de doble filo:

Si es por comodidad:

Ser consciente de que tu imagen externa te aporta seguridad, saber a ciencia cierta que como vistes es lo mejor para ti y que no hay que no hay darle mas vueltas te hará sentir coherente. Pero…

A veces detrás de la comodidad está el miedo al cambio, el mantener el status quo en tu vida para no verte en inestabilidad.

Si es por dejadez:

Soltar la exigencia y despreocuparse de todo de vez en cuando te libera. Ahora; si se instala en ti esta actitud es posible que esté saliendo a flote algún aspecto de tu vida abandonado que se proyecta en tu apariencia.  Tu exterior y tu interior, están conectados.

Si es el caso pregúntate: ¿Hay algo que te gustaría recuperar en tu vida para sentirte mejor contigo mismo?

Si es por aburrimiento:

A veces es bueno en dosis adecuadas.

Cuando se alarga en el tiempo es el síntoma de la frustración: ¿En qué área de tu vida no estas satisfecho?

Presta atención a tus necesidades sin cubrir porque cuando se acumula frustración te vendrá a visitar en breve la agresividad.

Si no sé hacerlo de otra manera: ¿Te gustaría aprender?

Cuando nos sentimos sin recursos para tener el estilo que anhelamos nos sentimos pequeñitos porque claro, necesitamos ayuda o quizá aún necesitándola no la pedimos por orgullo. Mira dentro de ti a ver que pasa porque tal vez en este caso: ‘no es tan importante lo de fuera’.

Fíjate como la relación con tu imagen te puede ayudar sacar a la luz temas importantes para ti, detecta cuáles son.

¿En el fondo cuando sí sabemos que hacer que pasa?

Que nos hacemos cargo de los resultados; es decir: nos volvemos responsables de quienes somos y de nuestro impacto en el entorno.

Si no me me atrevo a probar:

¿Realmente necesitas algo nuevo en tu vida?

Si sientes ese impulso el único precio que tendrás que pagar es el de salir de la zona de confort y exponerte  a un posible éxito o un posible aprendizaje. ¿Quieres probar?

El cambio va de la mano de la incertidumbre y sin ellos no podemos avanzar.

Vigila que no te des tantas razones que te lleves a separarte mucho de los demás o ha compararte. El por qué te conecta con el pasado, las razones y las justificaciones: úsalas para saber de dónde viene tu relación con tu Estilo.

Pregúntate «Para qué»:


¿Para que visto así?

  • Sentirme bien
  • Encajar
  • Divertirme
  • Disimular mis defectos
  • Pasar desapercibido
  • Disfrutar
  • Otros: completa tú la respuesta que mejor te describa…

Sea cual sea tu respuesta a esta pregunta en ella encontrarás: LA UTILIDAD de tu estilo actual.

Nada esta bien ni mal, sólo presta atención a tu respuesta porque te indica el foco de tu imagen externa.

Si te vistes para disfrutar, de alguna manera tu inconsciente te dice al oído que tus deseos más profundos están orientados a ello. ¿Estás bien así o quisieras perfilarlo un poco más?

Disfrutamos y fluimos con la vida cuando conectamos con experiencias que desarrollan nuestros valores. Y tu estilo es la forma más directa en que te expresas a ti mismo 🙂

¿Qué valor o valores fundamentales rondan tu vida? ¿Cuál es el principal?

  • ¿Amor?
  • ¿Generosidad?
  • ¿Libertad?
  • ¿Justicia?
  • ¿Lealtad?
  • ¿Compromiso?
  • ¿Cuál?

Observa esto, es bien diferente vestir en valores que vestir de tendencia (no es incompatible).

Si orientas tu imagen externa a expresar tus valores tu disfrute personal sencillamente, pasará al siguiente nivel.

Si tu respuesta a para qué vistes así es por ejemplo: encajar o pasar desapercibido, date cuenta de que usas tu apariencia para los demás. ¿Es así como quieres que sea?

Quizá te des cuenta que lo que quieres es sentirte uno más y la única manera de que el entorno sintonice contigo de forma genuina, es ser  tu mismo.

Recuerda que la Autenticidad invoca Autenticidad.

Como ves «Tu para qué» te conecta con el futuro, con la utilidad y seguro que con tu propósito en la vida.

Si has llegado hasta aquí, revisa ahora tus respuestas y vuelve a formulártelas, no saldrá lo mismo porque habrás ahondado más en ti y todo cobrará más sentido.

La diferencia es que con este ejercicio tú eres el que decides, el que eliges y entonces comenzarás a sentirte más seguro, confiado y capaz, aumentará eso que llaman autoestima y disfrutarás de la libertad de ser tu mismo.

Y para apoyarte a convertirlo en formas, colores y volúmenes sigue las 10 paradas que no te puedes saltar en un proceso de Coaching de Imagen Eficaz.

Y cuéntame:

¿Qué «por qués» y «para qués» has encontrado en tu Estilo?

Comparte tus comentarios más abajo.

Un abrazo

Domingo Delgado

Descubre cada jueves contenidos exclusivos que te mostrarán la estrecha relación que existe entre tu imagen y tu interior. Únete y accede ahora a la Guía de Desarrollo Personal a través del Estilo con 5 Pasos para recuperar la conexión contigo mismo y encontrarle sentido a tu Presentación ante el Mundo

0 COMENTARIOS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *