Cuando te propones crear una imagen personal inspiradora o ambientar tu hogar con un aire especial a veces surgen obstáculos que impiden que expreses tu creatividad. Te gustaría fluir y dar rienda suelta a tu imaginación pero entre la idea en tu cabeza y la realidad se abre una zanja enorme y los resultados no son como esperabas.
¿Sabes por qué? Te lo puede impedir:
Crear looks y espacios con la razón y olvidarte de las sensaciones:
Las recetas profesionales, las inspiraciones de otros están muy bien, lo que pasa que al tratar de reproducirlas no funciona igual y esto ocurre porque no tenemos la misma conexión con los objetos y prendas que el creador en el que nos hemos fijado.
Sabes que si quieres decorar un espacio romántico te servirá usar cortinas con caída, colores pastel y texturas nobles, luego te pones a ello y no consigues crear la sensación de levedad o dulzura que te habías planteado. Es posible que además todo esté precioso pero te sientes incómodo o te da miedo tocar las cosas para que no se descuadre el escenario o idea que tenías.