Si te resulta difícil o duro ser tú mismo y llevas tiempo dándole vueltas a cuál es el obstáculo real para vivir la vida que deseas te invito a que leas este post y conozcas el por qué de algunas cosas.

Muchas veces nos venden remedios mágicos para ser felices y auténticos; todo basado en aspectos positivos. Después de casi dos décadas de trabajo personal, mi opinión es que no creo que todo sea un camino de rosas.

Con esto no quiero decirte que haya que sufrir para crecer necesariamente. Sí te invito a reconocer que lo que libera tu capacidad de plenitud, hace crecer tu potencial y te ayuda a vivir con más armonía, también tiene que ver con traspasar tus límites. ¿De qué?

Es complejo resumir en pocas líneas que el conjunto de impedimentos, obstáculos, creencias limitantes y en definitiva todo lo que te impide avanzar hacia lo que quieres. En el fondo tiene que ver con una identificación excesiva con tu personalidad.

¿Y entonces no soy quien creo ser? Que va, sólo te animo a que observes a qué responden las partes de ti que no te hacen sentir bien; seguramente no son tu mejor versión y además puedes transformarlas.

Todos tenemos aspectos positivos y negativos. Hoy me centraré en contarte por qué tus limitaciones pueden resumirse en un personaje que has creado para defenderte de una herida emocional.

Basado en los trabajos de Lise Bourbeau y su libro «Las cinco heridas que impiden ser uno mismo». OB Stare., buceemos pues en el asunto:

¿Qué es una herida emocional?

Es una huella psicológica que viviste en un tiempo pasado y a partir de la cuál has generado un concepto de ti mismo que la tapa y te ayuda aparentemente a desarrollar tu vida. En realidad hacemos esto por no permitirnos sentir esa angustia fundamental que no viene de ahora, sino del pasado pero sí la puedes trabajar en el presente.

Al final lo que tapas, coge poder e inconscientemente creas situaciones que te hacen revivir lo que todavía no has mirado de ti.

Si no aprendes a integrarla, cada día se hace más fuerte y más grande. El espejo de la vida y sobre todo «el otro», te devuelve justo lo que te toca aprender haciéndote volver a sentir aquello que no has sanado. Siempre he dicho que el método de desarrollo personal gratuito y accesible para todos es observar todos esos «túes» que están a tu alrededor y te devuelven información sobre tu camino de crecimiento personal.

Imagina que algún momento de tu infancia viviste un rechazo demoledor, alguien no te quiso como tú esperabas y sientes vacío desde entonces, por mucho que hagas no te sientes valorado una y otra vez, te sientes dependiente de otros o no consigues confiar en tu entorno.

Creamos nuestra realidad y tendemos a tapar ésa herida interna con una «forma de ser» y un estilo de vida. Usamos una imagen que aparentemente soluciona lo que no hemos cubierto.

Lo haces para no pasarlo mal pero acabas provocando de forma inconsciente, situaciones, relaciones y entornos en los que justo va y pasa lo mismo de siempre. Sé que impacta pero piensa en ello por un instante por favor.

Observa este espejo que te devuelve la vida y si el asunto se repite a lo largo de tu vida, será bueno que indagues en cuál es tu herida para curarla y empezar una nueva etapa mucho más auténtica y libre.

La diferencia está en qué precio quieres pagar, si el seguir viviendo igual o el de sufrir por no reconocer y abrazar tu imperfección.

Se puede tener más de una y habrá que ir por pasos. En ningún paso por favor, lo tomes como una etiqueta irreversible porque la vida es muy diversa y no podemos atraparnos en categorías. Usa lo que te sirva para avanzar.

La herida del Rechazo

Es la falsa creencia de «yo no merezco»; un cuerpo físico con apariencia de debilidad y una imagen lejana, oscura o incluso agresiva. La estrategias para evitar el rechazo consisten en huir de las circunstancias en las que puedas vivir problemas o conflictos. El mecanismo de defensa es la evasión a través de enterrarte en tu trabajo o la intelectualidad, encarcelarte en la diversión permanente, en presentar una imagen externa 10 o incluso en el desarrollo personal (esto lo he visto bastante).

Te cuesta enfrentarte a las cosas y las relaciones; sin embargo atraes circunstancias y personas de las que acabas separándote por sentir mucho miedo. Más que miedo pánico, es como si tuvieras que huir de algo y tu aura es de «fugitivo». Por eso tiendes a evadirse, necesitas salirte del día a día y crear tu mundo alternativo y a través de comportamientos que te saquen de pasarlo mal aunque sea por unos horas.

Tiendes a descalificarte y te cuesta recibir aunque tengas delante de ti todo amor y abundancia.

La herida del Abandono

Es la falta de amor o la sensación de no haber sido querido o literalmente haber sido abandonado. Piensas que no se te ha querido lo suficientemente porque quizá así fue y ahí anda ése agujero dentro de ti. Para taparlo generas dependencia con los demás; con ése amigo del alma, con tus mentores favoritos y sobre todo con tu pareja y familia que aunque aparentemente haya buena relación, no basta para llenar tu vacío de amor.

Para no sentir esto te agarras a un clavo ardiendo, aunque termines relaciones empiezas otras corriendo; siempre necesitas sentirte acompañado y tu emoción principal es la tristeza. Piensas que sólo no vas a poder conseguir sus cosas, por éso buscas la validación y autorización del otro para ser tú.

Tu cuerpo tiende a la flaccidez y aunque hagas deporte te cuesta tonificar tus músculos y tu imagen externa es en parte decaída o infantil. Puede que tengas tendencia a los atracones de comidas, de salidas y de relaciones. Tu imagen externa proyecta necesidad de afecto y cumplir con las expectativas del otro.

Heridas Emocionales

La herida de Humillación

Algo pasa que hay falta de autonomía; en algún momento alguien no respetó tu ritmo de crecer y te encontraste con un gran «STOP». Es como si te sintieras abusado por el entorno o maltratado una y otra vez por la vida, eso te da una apariencia forzada.

Tu cuerpo tiende a las formas redondeadas y a engordar; repites dietas que no funcionan y tu físico aumenta de volumen como señal inconsciente de separarte de los demás para no sufrir y cubrir el vacío que sientes. En la imagen externa prefieres no destacar porque francamente pasas vergüenza si miran cómo vas. Tu mayor miedo en el fondo es a la libertad y ayudas a los demás sólo para buscar valoración externa y pasarles «la factura» más adelante.

Optas por camuflar tus errores o incluso ser prepotente a la hora de reconocer tus fallos; tu imagen externa cuida mucho de que no se vea lo que no te gusta de ti con ropa perfecta. Te falta confianza y aún así puedes llegar a tener comportamiento extremos en la comida, el sexo, las relaciones en general hasta poder sacrificarte por otros con tal de ser bueno. Buscas que el entorno te devuelva la dignidad y te diga que así o asao está bien como eres.

La herida de Traición

Es el «tú me vas a engañar y no me fío de ti». La base es la experiencia de decepción y promesas incumplidas por otros. Por eso te muestras impetuoso y hablas mucho de ti mismo y de las hazañas que consigues.

Tu cuerpo muestra fuerza y poder, te presentas imponente y con los pies bien anclados al suelo. Tu imagen proyecta seducción y sabes muy bien que se siente tu presencia, capacidad de influencia y atractivo.

La emoción más recurrente es el enfado y te esfuerzas para ser reconocido y valorado escondiendo tus errores e impidiendo que se perciba vulnerabilidad en ti.

Expresas la rabia con la intención de controlar a tu entorno y evitar que te traicionen. Si los demás no hacen lo que quieres te sientes frustrado y te muestras intolerante.

La herida de Injusticia

Tienes dificultades para ser tú mismo y cambias tus comportamientos en función de con quien estás. Quieres ser ejemplo de algo y asumes más responsabilidades de las que te corresponde. Te cuesta expresar tu individualidad y chantajeas a quienes si te lo permiten; un extraño juego que te hace sentir mal.

Te cuesta sentir placer y disfrutar sanamente de los placeres de la vida o si lo haces viene enseguida a visitarte la culpa. Tu cuerpo se muestra atlético y puede que te obsesiones por la belleza y perfección del físico. De alguna forma hay tensión en su postura, rigidez en tus movimientos. No te aceptas tal y como eres y aún así quieres demostrar que vales a toda costa.

Ésa imagen de frialdad y austeridad te impide sentir plenamente las emociones o expresar tu sensibilidad aunque tienes el anhelo de que los demás sean cálidos contigo. Buscas la justicia ante todo pero luego a ti no te sale igual…es difícil estar contigo con tantas reglas.

¿Y qué hacer?

Cuando dejas de identificarte con todo eso que no eres, empieza el camino de subida y la expresión de tu yo más auténtico. Comparto contigo 10 Claves para sanar tu Heridas Emocionales:

  1. Date cuenta de que éso no eres tú: son experiencias del pasado que han dejado una huella pero no es la totalidad de tu Ser. Aprendiste a serlo, a creértelo pero no lo eres. Es la enorme oportunidad de conocer tu parte más vulnerable para aprender y crecer.
  2. Imagínate la herida como un personaje delante de ti como si no fueras tú y habla con él; indaga en las necesidades que tiene para ir a cubrirlas juntos. El objetivo es integrar más que separarte en dos. Empieza por comprenderte.
  3. Cuéntate la historia de lo que te llevó a ser así o escríbela en un cuaderno hasta que no quede ni un sólo detalle por contar. Toma los días que necesites para hacerlo y cuando esté terminado reléelo durante el tiempo que haga falta hasta que tu historia te resulte más neutra.  Ponerlo fuera te dará la oportunidad de vaciar la carga emocional que puedas tener contenida.
  4. Elige un momento para sentir las emociones negativas que te causa tu herida y canalízalas: deporte, relajación, salir de viaje, amigos, ayuda profesional… Notarás que te quitas un peso muy gordo de encima y empezarás a sentir una libertad que te dará fuerza.
  5. Una vez reconocida tu herida como una parte de ti y canalizadas las emociones asociadas pregúntate qué quiere ser y hacer tu lado activa y sano. Ponte un objetivo con fecha y diseña acciones de hoy al futuro que harán realidad tu nueva expresión personal.
  6. Alimenta tu parte positiva, tus fortalezas y creatividad con actividades nuevas en tu vida: ése hobbie que no te habías permitido, cambiar la decoración de tu casa, empezar a comer bien, salir a bailar, retomar tus amistades, etc. Haz hecho un buen trabajo y seguro que te sentirás distinto, con más experiencia y conocimiento sobre ti.
  7. Cuida y mima tu cuerpo como el mensajero que cada día te dice cómo estás y lo que necesitas: escúchalo y aprende a distinguir cuando estás en tu mejor versión y cuando no: lo notarás por la sensación de fluidez al andar, una postura más relajada, una mirada más alta cuando camines y el impulso positivo a querer estar físicamente cerca de las personas que quieres.
  8. Fomenta una imagen externa con un estilo que apoye tu objetivo de ser más auténtico. Sal de la zona de confort y experimenta nuevos colores en tu indumentaria, texturas que expresan tu nueva perspectiva de vida, complementos que añadan dinamismo y frescura a tu apariencia. Verás como tu imagen externa te hará sentirte más aceptado por ti, reflejará tu amor propio, la dignidad que hay en tu corazón, la nobleza de tus necesidades y la justa valoración por lo que eres.
  9. Observa como en tu matriz de relaciones hay reflejos de ti; ahora lo verás de otra manera y serás más compasivo con los demás. Esta es la parte «de nota».
  10. Disfruta y comparte con tu entorno quien eres: ése es el mejor Estilo de Vida de todos.

Espero que este post te haya ayudado a conocerte y diferenciar un poco más tu potencial.

Comenta más abajo tus descubrimientos.

Será un placer leerte.

Un abrazo

Domingo Delgado

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13 COMENTARIOS

Comentarios

  1. Aleja Marín dice

    Hola Domingo
    Gracias por este post que en mucho me ha situado en ver el tema de las heridas emocionales y en cómo repercuten en lo que somos y en lo que expresamos con nuestro estilo personal.
    La frase » Abrazar tu imperfección» me encantó, es el verdadero camino para la libertad y el amor verdadero.

    • Domingo Delgado dice

      Hola Aleja:
      Me alegra que te haya servido; la verdad es que hay mucha información detrás de las heridas emocionales y las máscaras que creamos para huir de ellas. Ahí está una de las claves para ser más auténticos y vivir la vida que queremos. Encantado de verte por aquí. Un abrazo

    • Domingo Delgado dice

      Hola Mamen. Me alegra que te haya gustado. Cuando experimenté este trabajo en mí mismo también me quedé sorprendido y me ha sido útil para entender muchas cosas. Gracias por tu comentario! Un abrazo

  2. Milagros dice

    Increíble todo lo q somos y podemos ser,no dejas de ver espejos por todas partes,incluso después de 20 años,te planteas q te pasa y no lo entiendes.
    Después de leerte me doy cuenta q tengo demasiadas cosas en mi w no permiten q sea yo…no sé si lo conseguiré,pero por lo menos lo intentaré,creo q no es nada fácil.
    Gracias por esas palabras tan interesantes

    • Domingo Delgado dice

      Hola Milagros. Gracias por tus comentarios.
      Lo más importante es que te hayas dado cuenta y éso es el principio del cambio.
      Sigue los pasos que aparecen en el post. Yo mismo los he usado y ayuda mucho a encontrar una nueva perspectiva.
      Lo más importante es detectar cuál es la necesidad que está sin cubrir e ir a por ello.
      Espero que te sea útil.
      Un abrazo
      Domingo

  3. Nuria López Borgmann dice

    Muchas Gracias por compartir toda esta información tan importante y profunda.
    Me he reconocido en dos Heridas Emocionales.Impresionante.También la forma en las que las camuflo en mi día a día.Tengo muchísimas ganas de seguir tus Posts y quizá nos podamos conocer en Málaga , si vienes a dar algún Taller!
    Gracias de nuevo,
    Nuria L.B

    • Domingo Delgado dice

      Me alegra mucho Nuria que te haya servido y espero que las claves te ayuden a dar los pasos correctos para tener una imagen más auténtica.
      Gracias a ti por seguir el blog. Nos vemos pronto! Un abrazo

  4. Tania dice

    Mi gracias por este post Domingo! Algo en lo que había querido profundizar para mí misma y ahora encuentro herramientas para hacerlo y sanar heridas que tengo! Tus posts son excelentes, mil gracias por compartir tu conocimiento, estoy fascinada! Un abrazo!

  5. Lidia dice

    Domingo mil gracias!
    Te estoy descubriendo con sorpresa y gratitud hacia ti, por tu manera sencilla de nombrar partes tan hondas y mostrarnos caminos de luz con tanta concreccion. Tengo el Master de heridas 😊 y también de voluntad de sanar y eje con la verdad, así que me resultan muy afines tus compartíres. Un abrazo con agradecimiento. 🐳

  6. Juanjo dice

    «La simple evocación del rechazo hace descender el nivel de nuestro coeficiente intelectual, así como merma nuestra memoria a corto plazo y la capacidad de decisión. Cuando acabamos de vivir un rechazo doloroso, no es fácil pensar en claro»

    Creedme si os digo que admiro a las personas que, como vosotr@s, veis la luz en unas palabras, en unos consejos o guías. Para mí el tema es mucho más complejo, ¿Porqué? Porque nos hemos acostumbrado a «ser» eso que nos parece que nos va a aportar reconocimiento de los demás. Todas las heridas emocionales tienen su origen en las relaciones sociales, familiares; es decir, entre seres humanos. Por lo tanto, parece lógico pensar que la solución a esos problemas también se den en esos entornos, y es precisamente ahí donde las inercias se hacen fuertes.
    Un saludo,
    Juanjo

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