El todo para todos no vale porque cada persona es única y necesita un acercamiento diferente.
Si alguna vez te has visto atascado y no has sabido por dónde empezar con el cliente que contacta contigo te interesa saber cómo responder de forma eficaz en función del momento en el que se encuentre.
Teniendo en cuenta estas fases del cambio ganarás en confianza y sobre todo estarás listo para ofrecer el servicio adecuado, tu forma de comunicarte dará en el clavo y aumentarás las posibilidades de que te elija a ti y no a otros:
Acontecimiento repentino que hace preguntarle si su vida podría ser de otra manera
Algo pasa a tu cliente; un cambio laboral imprevisto, una discusión de pareja, el comentario de una amiga diciéndole que últimamente le ve «un poco dejada», la búsqueda de sentirse más valorado, ganar en seguridad y confianza o un «basta ya, de tener estás pintas».
No tiene por qué ser nada grave; es posible que un día tu cliente saliendo a cenar con sus amigos de toda la vida se dé cuenta que algo no encaja, que vive como en un escenario de teatro en el que el personaje que representa no le encaja.
Se ve en el espejo y parece como si no recociera su vida y le sorprende. No sabe exactamente qué es pero se plantea preguntas del tipo ¿Y si mi estilo fuera de otra manera?