La caricia emocional va más allá de tocar a alguien físicamente o hacer un cumplido a otra persona. Se trata de una experiencia de reconocimiento del otro, de uno mismo y de la relación que tenemos entre los seres humanos.
En otros post hemos hablado del reconocimiento como una necesidad dentro de la Pirámide de Maslow y también como una forma de buscar la aprobación de los demás.
Hoy nos centraremos en el aspecto más profundo y natural del mismo y de cómo en el fondo, la consideración hacia uno mismo y hacia los demás, habla de la necesidad de ser amado.
Te darás cuenta de cómo este tipo de «caricias» te nutren emocionalmente y como quizá otras te hacen sentir dependiente o tener comportamientos extraños que no sabes por qué se dan en ti.
Sentirse Reconocido
Puede ir desde saludar cuando alguien se incorpora a un grupo, mirar a los ojos a quien tienes delante a tomar decisiones vitales que muevan tu vida entera para estar «cerca» de alguien.
Como ves puede ir de lo más sencillo a lo más complejo y entran en juego tus miradas, tus palabras, tus gestos, tus actos y tu gestión de emociones.