¿Cuántos trucos y técnicas has escuchado para «tener más abundancia en tu vida»?

¿Qué es lo que pasa que en la mayoría de los casos no funcionan y te vuelves a sentir frustrado?

¿Y por qué aparezco yo por aquí y te digo que ésa plenitud tiene que ver con la imagen que tienes de ti?

Hacía tiempo que quería hablarte de este tema y aportar mi visión sobre uno de los temazos del que todos quisiéramos un trozo del pastel: vivir de forma más abundante, satisfactoria y plena en lo material y emocional.

¿Te resuena?

Pues sí, es un bien muy preciado: éso de soñar con tener una vida mejor en la que «tengamos» todo lo que necesitemos y no falte de ná.

Es fácil caer en herramientas mágicas que hagan «chás» y baje del cielo la bolsa de dinero, pareja, amigos, trabajo, ocio y auto-realización que queremos. Supone mucho más esfuerzo que estar pensando en hacer un proceso emocional, superar nuestra sensación de escacez y cambiar por dentro y por fuera.

Lo que pasa es que el fondo sabemos que no es así y estoy contigo, yo también quiero ganarme la lotería, trabajar 2 horas al día y disfrutar de todos los caprichos que vengan a mi mente y corazón.

Hay unos mitos sociales que juegan con nuestras necesidades básicas y también con las más elevadas y aspiracionales, no te dejes engatusar. Es normal que sientas estás ganas de una vida mejor, que para éso también estamos en este mundo.

Te contaré mi opinión al respecto comenzando por:

Las herramientas incompletas (que no erróneas) de querer vivir con más abundancia:

  • Tienes que pensar a lo grande:

Una influencia de la literatura de desarrollo personal norteamericano con mucha fuerza que nos invita a tener una visión de ser los propios CEOs de nuestra vida y trabajo/empresa.

Consiste en ver en perspectiva lo que ocurre en tu vida, tus aspiraciones actuales, tus necesidades, relaciones, formas de actuar y tomar decisiones.

Ponerte por unos momentos en ése papel da unos recursos muy reveladores para salir de la visión cortoplacista de la vida, comprender la relación con el dinero desde un punto de vista más macro y entender la abundancia que buscas desde un lugar más desapegado.

Ahora, no siempre verlo todo desde arriba es la solución, quizá porque para llegar a ser CEO de calidad en tu vida te venga bien pasar por botones, mando intermedio, director …

  • Haz visualizaciones o construye un Vision Board de tu Futuro.

El trabajo con imágenes en cualquier formato activa información y recursos de nuestro inconsciente y usando las técnicas adecuadas te ayudará a poner fuera en lo material, un adelanto de lo que quieres conseguir. Al menos en un cachito asequible de realidad, que puedas colgar en el corcho de tu despacho. Es inspirador, creativo y motivante.

Ahora, sólo por colgar fotos o hacerte todas las visualizaciones que estaban de oferta en una página web, el mundo material no cambia: sí te prepara, pero necesitas intervenir en el pago del crédito que tienes con el banco, o con el perdón pendiente de pedir a tu padre…

  • Evita los pensamientos de escacez.

Venga, ¡cambia!

Sí, las emociones son inevitables y tenemos la ventaja de poder intervenir en nuestros pensamientos para interpretar la realidad de otra forma, conseguir que nuestros sentimientos se modifiquen y así empezar a transformar nuestras creencias limitantes.

Lo que pasa es que en general somos mucho más consciente de los pensamientos de escacez vinculados a lo material y llegamos a creer que la falta de trabajo, el bajón económico, la ausencia de amigos, relaciones o experiencias tienen un origen externo.

Piensa que detrás de lo que ves en tu realidad inmediata puede haber un juicio interno relacionado más bien con la imagen que tienes de ti mismo y quizá tus necesidades son mas inmateriales que materiales…

  • Trabaja tus creencias sobre el dinero.

Genial y directos al grano.

También estaría bien ver qué acciones has tomado en tu vida que te llevan a tener ésa relación con el dinero, qué te hizo aprender a llevarte así con él y a qué llamas obstáculo cuando las cosas no van bien.

Proyectamos mucho en lo material de lo que tenemos dentro, no resuelto en el nivel que corresponde.

  • La abundancia no es sólo material.

Amor, consuelo, apoyo, gratitud, alegría, relaciones saludables, proyectos inspiradores, descanso y reposo, diversión…

Hay un listado muy personal de aquellas experiencias o estados que nos hacen sentir más plenos y ya sabemos que la abundancia no tiene que ver sólo con el bolsillo.

Lo que pasa es que si ya nos parece difícil meterle mano a los asuntos más básicos o prácticos, ¿cómo narices hacer para fomentar en tu vida más experiencias de plenitud?

Ojo con hacer todo tan abstracto y vaporoso que se te acaben quitando las ganas de hacer nada y volver a tu sensación de vacío por no encontrar la salida.

Las herramientas que completan el proceso de vivir de forma más abundante:

  • Empieza por practicar el contacto contigo mismo.

¿Y éso qué es lo que es?

Cuando pones el foco sólo en tu forma de pensar te puedes volver rígido y disociarte de todo lo demás que eres, entre otras dimensiones: de tu cuerpo y tus emociones; su represión te puede enfermar.

Cuando pones sólo el foco en lo que sientes sin comprensión intelectual puedes caer en la dispersión, dejar de tomar decisiones adecuadas, convertirte en una esponja emocional que absorbe todo lo que pasa a su alrededor o deja evaluar con templanza la realidad externa y tu situación real.

Cuando poner sólo el foco en la acción, tendrás un chute de adrenalina y se consiguen «cosas» y aunque es necesario ponerte en marcha, sin reflexión, generará vacío interior y sensación de escacez.

El contacto con uno mismo supone prestar atención a éso 3 niveles a la vez: qué piensas, qué sientes, qué haces y sobre todo al cuerpo (luego te cuento).

A veces es bueno pensar primero para ponerle nombre a lo que sientes y luego decidir que hacer, pero otras te será útil escuchar qué parte quiere llevar la batuta esta vez:

Seguir tu instinto y comenzar por la acción para entender lo que sientes y luego reflexionar sobre ello.

Entrar en tus emociones para «saber» qué necesitas hacer o qué pensamientos cambiar.

¿Cómo saber cuál es tu fórmula?

Conociéndote.

En ése proceso no queda otra que experimentar hasta que des con la clave de cuando estás respetando y cuidando quien eres o cuando boicoteándote.

La sensación de abundancia es distinta para cada uno, mirar fuera para ver qué hacen otros para vivir mejor y emularlo es como meterte en un traje que no es de tu talla.

Es auto-conocimiento es lento, orgánico y necesitas mucha paciencia con tus multitudes internas.

Si no te llevas bien contigo mismo:

– ¿cómo va ser tu sensación básica de bienestar?

– ¿qué tipo de relaciones tendrás?

– ¿qué aspiraciones querrás conseguir?

Piénsalo por un momento: ¿Cuánto sientes que vives en contacto contigo mismo?.

  • Comprende que significa vacío y lleno para ti

La relación positiva con uno mismo es el punto de partida.

Si piensas que eres de determinada manera y hay mucho porcentaje de aspectos que no te gustan de ti, todo lo de fuera te hará espejo de ésos asuntos pendiente contigo mismo; no es que la vida te meta el dedo en la llaga:

Por ejemplo:

  • No me gusta ser tímido
  • Me disgusta ser tan expansivo.
  • Desde siempre me exijo o critico.
  • Me resulta difícil tener relaciones de igual a igual.
  • Y otros tantos mensajes….

Son aspectos dignos de abordar para sentirte primero contigo, más completo (no perfecto).

Y no te lo digo porque exista sí o sí una manera de cambiarlo, tal vez no lo consigas, no lo sé, pero si comprendes y acoges tu aspecto más vulnerable, la cosa cambia porque:

  • Ya no habrá percepción de que hay algo dañado que «debes» cambiar.
  • Dejará de haber ésa lucha interna que es la responsable de tu sensación de vacío.
  • Podrás crear un espacio para que «entre» algo nuevo ya que dejarás de invertir energía de forma inconsciente en ésa pelea.
  • Automáticamente te sientes mejor y quizá más disponible para «abrirte» al mundo y quizá con menos, te sentirás más lleno y mejor.

Como ves, el punto de partida, la sensación de lleno o vacío es directamente proporcional a la percepción que tienes de ti y de lo que «tienes» en tu vida, de lo que realmente necesitas y de tu definición personal de abundancia.

  • Practica la conexión con tu cuerpo

Hay algo que nos pasa a los seres humanos y es que tenemos la capacidad de observarnos.

Ésa conciencia genera una capacidad de mirarnos en perspectiva superútil y que nos distingue de los animales.

Como seguimos practicando ser más conscientes, a veces «nos salimos» del cuerpo, y no me refiero a nada esotérico. Tú eres tu cuerpo, no sois dos: ¿sabes qué tal anda?

Piensa en ésa mañana en la que pones el turbo para contestar del tirón los 20 mails más urgentes de tu bandeja de entrada, ¿eres consciente de lo que pasa en tu cuerpo cuando estás en ello?

Y cuando paras para hacer un descanso, ¿sigues en la mente o recuerdas que tienes brazos y piernas?

Vivimos mucho en la mente y esta disociación impide también una sensación muy a mano de bienestar, confianza y seguridad.

El tema está en que cuando prestamos atención al cuerpo nos habla, sentimos y puede que: salga todo para afuera. Frenamos y evitamos sentir física y emocionalmente hablando (que pasan en el mismo lugar)

Estar en el cuerpo ayuda a entrar en contacto con el resto de dimensiones de una forma distinta, y al hacerlo, nos vamos a encontrar con varias capas de necesidades: desde la pena que te dió el perder tu boli favorito o que te apetece tomar algo caliente, a los problemas físicos sin atender o las sospechas camufladas de que tienes que cambiar de trabajo o revientas si sigues así…

Entra en el cuerpo, tu mejor aliado para identificar las necesidades que ahora piden a gritos ser satisfechas y podrás dejar de proyectar en lo externo tus vacíos existenciales.

  • Expresa quien eres a través de tu Estilo y la forma de expresión individual.

Tiene que ver con el Contacto con uno mismo.

Para ser valorados y reconocidos por la tribu tendemos a copiar la imagen personal de otros para encajar. Y es que cada uno de nosotros somos diferentes y si saliéramos a la calle 100% comprometidos con nuestra autenticidad, pensaríamos que se ha adelantado la cabalga del carnaval.

Y no es fácil permitirse «externamente» mostrarte porque toca prejuicios propios y ajenos, al principio se siente uno raro, expuesto y vete tú a saber si los demás se están fijando en éso que tú a veces crees que es tan llamativo.

Con esto no quiero decir que todos vamos a tener un look folklórico o super vanguardista, me refiero a la sensación interna de: ¿y si no soy aceptado?

De por sí crea una sensación de vacío…

La vergüenza es un sentimiento global y social relacionado con la búsqueda de aprobación de los demás que tiene sus pros y sus contras.

El proceso de dar crédito a la imagen que tienes de ti mismo termina en tu imagen externa. Vestir como eres en realidad aporta una sensación de libertad en la que no hay vacío porque simplemente te permites: expresar quien eres y éso sienta bien.

Con esto ya tienes otro recurso para aumentar la sensación de satisfacción, plenitud y merecimiento con tu forma de expresión individual: tu Estilo.

  • Y lo más importante: El equilibrio entre el dar y el recibir

Si has ido siguiendo este proceso que te propongo verás como lo de dentro y lo de fuera está conectado y que ambas partes pueden ayudarnos a sentirnos más completos.

Y no acaba ahí.

Porque a veces tenemos el foco puesto sólo en nuestro ombligo y se nos olvida:

– Lo que tú entregas a los demás de forma altruista: influye.

– Lo que compartes al mundo: es necesario también.

– Lo que das sin esperar: te ayuda a cultiva la generosidad.

– Y lo que recibes sin petición de vuelta: te viene de vuelta 😉

Tenemos una oportunidad a cada segundo de practicar la abundancia con uno mismo y con el entorno:  dándonos primero lo que necesitamos, recibiendo de nuestra parte más cálida y tierna, recibiendo de fuera sin juicio lo que llegue, aportando gratitud por ello.

¿Qué forma o práctica quieres comenzar a poner en marcha para sentirte y contribuir a más abundancia en tu universo?

Déjame tus comentarios más abajo.

Me encantará leerte.

Un abrazo

Domingo Delgado

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2 COMENTARIOS

Comments

  1. susana alejandra says

    Bueno. Mi comentario es que la sensación de abundancia o mentalidad de abundancia puede tener aspectos comunes a diferentes personas y otros diferentes .
    Me parece que hay unos patrones bastante arraigados que son las creencias familiares, que llevamos de la mano y que requieren una toma de consciencia y de implementar cambios cuando no se alinean con la anhelada abundancia.

    Hay cosas que están sustentadas en la autoestima: Cuánto te quieres, te mimas y te miras con amor y compasión y como eso trasciende también nuestra relación con otras personas .Generalmente nos tratan como nos tratamos
    En lo personal, me siento poco abundante y poco feliz cuando consciente o inconscientemente , trasgredo mis propias zonas de bienestar. Haciendo o diciendo cosas que me hacen sentir mal, poco valorizada o cuestionada.
    Creo que para proyectar unan mentalidad de bienestar, debo primero solidificarla en mi, navegando por mis zonas de bienestar, siendo feliz y libre de ser quien soy, , haciendo lo que me gusta, respetándome a mi misma, mimándome más y aportando a que los otros también encuentren ese lugar de libertad , confianza y seguridad que se ser quien ellos son realmente
    La mentalidad de bienestar , a mi juicio esta basada en ser amplia y conscientemente uno mismo.

    Saludos

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