La Expectativa es una imagen mental previa que generamos sobre una persona, asunto o situación. Veremos hoy qué factores influyen en ella y su relación con la imagen externa o apariencia.

Según el diccionario de la Real Academia, se define en sus dos primeras acepciones como:

   1. f. Esperanza de realizar o conseguir algo.

   2. f. Posibilidad razonable de que algo suceda.

Antes de empezar un nuevo proyecto, comenzar una relación, realizar un viaje o incluso organizar una fiesta para amigos, tendemos a crear una imagen previa de los resultados que esperamos. Esta función tiene dos caras y es un arma de doble filo.

Nos centraremos en las expectativas entre las personas:

  • Identificación con una imagen interna del otro.

Como hemos comentado en otros posts, el poder de la imagen en su sentido más puro radica en la creación de nuestra propia realidad y la relación con el medio. ¿Qué fue antes, la gallina o el huevo?

En general, la psicología positiva nos dice que es más saludable no generar expectativas que nos desencanten o decepcionen en el futuro o que sobrevaloren las experiencias. Lo cierto es que las expectativas no tienen sólo un componente interno sino también uno externo: la apariencia propia y la de los demás.

  • Sensación de Control de la atención del otro.

Nuestro estilo proyecta una apariencia que puede coincidir o no con quienes somos en realidad. Queramos o no, proyectamos una imagen en el otro sobre la cuál se construye una idea sobre quienes somos.

Unos ejemplos:

– El estilo clásico en la indumentaria, formas y estilos de vida, es más fácil asociarlo a: la estabilidad, valores tradicionales y fijos, seriedad y profesionalidad, y el poder. También al aburrimiento, la rigidez y lo anticuado.

– En los estilos creativos es más probable que estas personas sean percibidas como: candidatos a la innovación, creatividad, flexibilidad y dinamismo. También por contra: a la dispersión, falta de seguridad e inconstancia.

No etiquetar y no «esperar de algo de alguien» se hace complejo si además su apariencia externa refuerza su forma de actuar.

Todos conocemos de forma natural ciertos códigos de comunicación. Utilizándolos creemos que obtendremos unos resultados concretos.

Expectativas e Imagen Externa

Sabemos cómo hay que ir vestidos a una boda para «ir adecuados»; ahora ¿por qué acaban los hombres sin corbata y las mujeres sin tacones? ¿podría haberse previsto por el protocolo?

Sabemos cómo hay que ir vestido a una entrevista de trabajo pero el día de business casual nos soltamos la melena. Si un porcentaje muy alto lo hace ¿para qué mantenemos estas diferencias en entornos laborales?

Usar la imagen externa permite controlar la atención del observador para ser percibidos de una u otra forma.

El conflicto surge cuando nosotros mismos no nos sentimos alineados con la imagen que proyectamos. Por ello es más fácil enviar un mensaje confuso al otro o incluso contradictorio. La solución: La Autenticidad.

  • Expectativa como expresión de Confianza más que de exigencia.

Ser auténtico y congruente con nuestros propios valores da un sentido muy positivo a las relaciones. Si todas las percepciones van orientadas al mismo lugar (Autenticidad), ahorramos tiempo y conflictos con el entorno, siempre y cuando respetemos y valoremos de igual forma al otro.

Algunas preguntas:

  • ¿Qué aspecto externo de una persona te daría más confianza para gestionar tus asuntos económicos?
  • ¿Qué factores externos de un profesional te dirían… ¡eh, con esta persona no negocies!?

Y por otro lado…

  • ¿Cuántos lobos disfrazados de cordero te has encontrado? o ¿Cuántos corderos disfrazados de lobo?

La expectativa termina su camino en cuanto te encuentras un resultado en contra de «lo esperado». Ahora, ¿cuánto tiene que ver con la imagen que te has hecho del otro? Y ¿cuánto tiene que ver con los esfuerzos de la otra persona por «parecer»?

  • Motor de desarrollo.

Tanto las expectativas propias como la imagen externa del otro influye en el desarrollo de las relaciones.

¿Dirías que la responsabilidad es exclusiva de la imagen que creas? ¿de la que proyectas? ¿o de la que percibes?

  • Ajuste a la realidad.

La Imagen se convierte en agente de cambio cuando nos aceptamos tal cual somos y tenemos la valentía de mostrarlo respetuosamente con el medio.

Te propongo el siguiente ejercicio de autobservación:

– ¿Cuál es la Imagen que tienes de ti? Personalidad, Físico y Apariencia Externa.

– ¿Qué feedback recibes del entorno con respecto a ella?

– ¿Cuáles son los factores aparentemente incoherentes?

– ¿Cómo elijes manifestarte?

Comparte con nosotros tus descubrimientos.

Un abrazo

Domingo Delgado

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5 COMENTARIOS

Comentarios

  1. Sole Salmerón dice

    Como alumna de coaching de imagen y que acabo de experimentar la Quincena de la HONESTIDAD, decir que estoy completamente de acuerdo con la afirmación de que la Mejor y para MI la UNICA manera de vivir en plenitud es con una conducta de AUTENTICIDAD! De ser conguente con lo que pienso, con lo que siento y en consecuencia con lo que expreso al exterior.
    Animo a entrenarse en la Honestidad y en la Autenticidad! Cuanto más lo practicas más quieres seguir haciendolo! 😉
    Gracias

  2. María Alejandra dice

    Me encantó este texto, haré el ejercicio que propones, si bien siento mi honestidad y la predico quiero conocerme más. Te quiero seguir leyendo. Saludos,

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