El Auto-conocimiento es una inversión muy rentable. Muchas veces te quedas en lo que sabes de ti y piensas que ahí termina la cosa; da por seguro que eres más que eso. Mirar dentro no sólo es una forma de saber de ti sino también una herramienta potente de cambiar tu realidad y poner en sintonía cómo eres por dentro con lo que proyectas.

Hay muchas formas de aprender de ti para crecer y hoy te ofrezco unos cuantos «cómos» para ampliar la imagen que tienes de ti:

Tu cabeza – ¿Qué haces con lo que piensas?

Levantarse por la mañana y poner el automático es lo más habitual; la rutina te programa para ser más eficaz y mantener tu organización vital. ¿Te has parado a observar lo que piensas?

Quizá pienses que no quieres darle tantas vueltas al coco pero no me refiero a eso. Digo que si eres consciente de lo que tu máquina mental hace a lo largo del día.

Observando tus pensamientos te sorprenderás de que hay más de lo que creías y que esas nubes que pasan por tu cabeza influyen en tu actitud, tus decisiones y tu forma de ser.

Prueba mañana a observar qué piensas a lo largo del día. Date cuenta de si hay:

  • quejas
  • «tengo que» hacer esto o lo otro
  • justificaciones
  • lenguaje positivo y optimista
  • expresiones respetuosas por tus sentimientos y emociones

Si son más los pensamientos negativos que positivos puedes plantearte negociar contigo si ésa es la forma en la que quieres hablarte. Al fin y al cabo eres el capitán del barco y puedes revisar la forma en que quieres dirigir tu vida.

Lo que piensas más lo que sientes, construyen tus sentimientos y es en tus pensamientos en los que puedes intervenirte. ¿Cómo?

  • Eligiendo pensar de una forma que te preste una atención positiva y aprecio por ti.
  • Cambiando las frases incisivas, despectivas y tajantes por otras más abiertas, que generen confianza en ti y sean cuidadosas con tu Auto-Estima.

Tus pensamientos te hablan también de lo que «crees que eres capaz», de tus fortalezas y tus debilidades. Siéntate un momento y analiza si esas habilidades y áreas de mejora son prejuicios sobre ti mismo o realidades ciertas.

A partir de ahí podrás ponerte en marcha para revalorizar «cómo estás construido por dentro», desarrollar tus puntos fuertes y si quieres, mejorar tus puntos flacos.

Tus emociones

Los expertos nos dicen que sentimos más 150 emociones al día. Sí, en serio. Prueba a hacer un diario emocional en el que registres las emociones que vives.

Cuando seas consciente que lo que estás sintiendo para y reflexiona:

  • ¿Qué ha pasado antes para que te sientas así?: si pasa que cada vez que vas a la frutería de tu barrio y notas que te enfadas porque no te sientes bien atendido, es posible que puedas decidirte a ir a otro lado donde te sientas mejor tratado. Empieza por cosas pequeñas y llegarás a grandes hazañas.
  • ¿En qué zona de tu cuerpo sientes la emoción?: tus respuestas aumentarán tu conciencia corporal y con el paso del tiempo podrás convertir tu cuerpo en un GPS de intuición.
  • ¿Cómo ha sido de intenso lo que has sentido?: una alarma importante para distinguir la urgencia de revisar relaciones tóxicas, percepciones tuyas equivocadas o avisos de necesidades que no estás cubriendo.
  • ¿Lo que sientes responde a la situación previa?: tu respuesta será muy reveladora. Si es que sí, ve a solucionar lo urgente. Si es que no, mira a ver si tienes una carga emocional sin canalizar y lo pagas con la frutera.
  • ¿Cómo expresas o canalizas la emoción?: la cosa no se queda sólo en observar y sentir. Puedes hacer algo con ello. Si quieres vaciar tu impacto emocional o bien compartirlo, ve a por ello porque te sentirás mejor. Ten en cuenta cuando, cómo y con quien para respetar a los demás y al entorno.
  • ¿Qué consecuencias tiene para ti lo que haces después?: aquí te darás cuenta de si estás pagando una factura muy alta por no expresar lo que sientes o si te permites hacerlo y vives en equilibrio.
  • ¿Cómo reaccionas? A veces no nos permitimos sentir algunas emociones. Si tu caso es que crees que enfadarse en público no es adecuado es posible que después de taparlo sientas o tristeza por haber perdido la oportunidad de decir lo que piensas. Aunque esto es otro tema y lo soluciona la habilidad que llaman Asertividad.

Las emociones ponen el acento a cada instante que vives y dinamizan tu vida. Recuerda cómo Riley en Inside out percibe dentro de sí misma toda una experiencia que le avisa de lo que pasa en el entorno, de cómo le afectan sus recuerdo y qué hacer si siente una u otra emoción.

Tu Cuerpo

¿Has prestado atención a por qué tu cuerpo te cuenta cosas a través de tus dolencias? No tienen que ser muy graves, pueden ser esos dolores de cabeza que aparecen sin razón aparente, la molestia insistente de tu hombro derecho o la tensión en tu mandíbula ¿Sabes por qué ocurren?

Obviamente hay un factor físico y lo mejor es ir a ver médico pero si tu intuición te dice que estás cargando con más responsabilidades de las que puedes, que hay alguna indecisión que presiona tu mente o que hay rabia escondida sin canalizar; observa si tu cuerpo lo está haciendo por ti.

La unión mente-cuerpo es una de las más poderosas, cuando te alineas y eres consciente de ambas como una unidad te sentirás mejor, con más confianza y bienestar.

Explora lo que te cuenta tu cuerpo, él te avisa a través de las emociones qué está pasando en ti, ¿dónde sientes…?:

  • que has logrado algo?: Alegría.
  • que has perdido algo?: Tristeza.
  • que te has encontrado con un límite?: Enfado
  • que sientes rechazo?: Asco
  • que no tienes recursos?: Miedo
  • que ha aparecido algo nuevo?: Sorpresa

Cuando miras para otro lado y no prestas atención a las emociones, tu amigo el cuerpo de encarga de ellas, no le cargues al pobre con tanta responsabilidad.

El tema de la Conciencia Corporal parece algo muy abstracto, en resumen te diría que en él se alberga mucha información sobre tu historia personal, tus necesidades psicológicas abiertas y tu atención.

Observa dónde pone la atención tu cuerpo para que mires lo que te quiere contar.

Coaching de Imagen
Tu Estética

Valora tu forma de expresión individual y pon en marcha tu Estilo individual. No sólo es una forma de diferenciarse sino de reconocimiento pleno de quien eres tú.

¿Te cuesta encontrar tu Estilo? Haz un lista:

  • De las actividades que te gustan.
  • De tu profesión y vocación soñada.
  • De las habilidades y fortalezas que te caracterizan.
  • De las personas que más te inspiran y admiras sus cualidades ¿cuáles son?

Date cuenta de los puntos que tienen en común tus listas. ¿Cuál es el mensaje fundamental que proyectas?

Si te resulta complicado, pide a tu entorno más cercano que te eche una mano. O bien, responde tú primero a estas preguntas y luego pide el favor a tus amigos y seres queridos. Te sorprenderás de los resultados.

En ése contraste tendrás una foto del momento actual de tu Estilo. Empuja tu apariencia a mostrar también lo que quieres transmitir para el próximo año.

Huye de las etiquetas y de quedarte ahí, cada expresión estética habla de unas metas, unas necesidades y un modelo de comunicación: encuentra el tuyo propio.

Tu Espíritu

Esta es tu dimensión más abstracta; entiéndela como el grado de conciencia que tienes sobre tu Esencia. ¿Y esto cómo se hace?

Ya has buceado en tu interior, has prestado atención a tu cuerpo y te has dado permiso a expresarte exteriormente. Pero ¿para qué quieres hacerlo? Ahí están varias respuestas para tu camino

Es posible que si te preguntan ¿para qué trabajas en lo que haces? respondas con: para ganar dinero, para tener algo que hacer o para simplemente vivir.

Estos son para que´s muy respetables pero vacíos de energía. ¿Qué pasaría si lo hicieras para algo más grande y revelador?

  • Pregúntate cuales son tus valores; haz una lista de 10 valores y cuando los tengas elige 3 y cuando los tengas, elige uno. Conocerás tu valor irrenunciable porque tu corazón palpitará de forma distinta y te quedarás por como si se hubiera parado el tiempo por un momento.

Cuestiónate para qué haces lo que haces y si tu valor fundamental le pone focos a tu vida, todo se ve más claro y tendrás más ganas aún de desarrollar este principio en tu vida. Al ponerte a ello y con el paso del tiempo notarás como en tu surge con mayor nitidez: tu Propósito Vital. Esto va más allá de las metas cotidianas y te conecta con algo más grande…

Si tienes un propósito toda tu energía se dirigirá a él y podrás contribuir al mundo con una aportación elegida que represente a lo mejor de ti. Si no sabes dónde quieres llegar es más fácil que te pierdas en el cambio, sin embargo si tienes una bandera es más posible que te hagas feliz a ti mismo e inspires a otros con tu finalidad.

¿Qué más formas te ayudan a conocerte y a ser más coherente contigo?

Compártelo conmigo

Un abrazo

Domingo

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