Cuando luchas contigo mismo, con lo que eres o con lo que quieres conseguir y no logras puede llevarte a corto plazo a la falta de autoestima.

Parece que estamos en la era de querer  mostrarnos por fuera como queremos que nos reconozcan y que así «sintamos» que estamos siendo valorados por «lo mejor que somos»: las fotos en redes sociales, una posición de poder en el trabajo, ir vestido de forma medida para transmitir unos valores…

Déjame decirte que la Autoestima está directamente relacionada con tus necesidades afectivas.

En el momento en que dependes de cosas, situaciones o relaciones para sentirte bien: sospecha que tu amor propio está por los suelos.

¿Y qué más pasa?

Que tu forma de relacionarte con el mundo se verá afectada y será más fácil que las personas de tu alrededor, jueguen con tus carencias de forma inconsciente. Salvo aquellos que tengan buena Autoestima, claro.

Indicadores de Autoestima Baja:

  • Colocarte por debajo de los demás o ponerte en último lugar sintiéndote mal, teniendo una actitud pasiva y de menosprecio hacia ti.
  • Colocarte por encima de los demás, querer ser el protagonista de todas las conversaciones, comportarte de forma agresiva o tener la necesidad de tener la última palabra.
  • Sentir falta de energía en relación a los conflictos del día a día o huir de las tomas de decisiones para no enfrentarte a un fracaso o resultado negativo.
  • Un mix situacional: unas veces te pillas agresivo y otras sumiso o dependiendo de las personas o circunstancias para satisfacer tus necesidades.

Casi creo que podemos caer todos en alguno de los puntos anteriores 🙂

¿Por qué pasa esto y cómo resolverlo?

Básicamente adoptamos conductas que expresan baja autoestima porque tenemos agujeros por los que se nos escapa la energía para sentirnos bien y eso se llaman necesidades no cubiertas: normalmente afectivas.

Cada vez que alguien te invade y no le pones límites, te cobran de más en el super y no dices nada, pierdes oportunidades importantes por no atreverte a levantar la mano en el momento preciso, tapas tus emociones para no «hacer sentir mal» a las personas de tu alrededor, castigarte por no haber podido ser asertivo o minusvalorar tus propios sueños porque crees que se puedan hacer realidad: Bye bye a un trocito de valor propio que se esfuma con cada una de estas situaciones.

Cierto es que todo esto tiene que ver con cómo te ves a ti mismo en primer lugar, con cómo valoras lo que eres segundo y tercero con tu capacidad de ser Asertivo.

La buena noticia es que se puede aprender y el campo de trabajo está en el día a día.

Veamos pues qué hacer para cambiar:

1. Reconoce sólo por hoy cómo es tu nivel de autoestima:

Sé honesto, si te has pillado en alguno de los comportamientos de antes es importante que lo veas y sobre todo que no enjuicies que es así:

  • «¡Pues vaya, no me gusta nada!» Ya…
  • «¡Pensaba que lo llevaba mejor y me trataba bien!» Ya…
  • «¡Qué pereza me dan estos temas! Nunca consigo avanzar». Ya…

Recibe tal y como es tu forma de tratarte, es el primer paso.

2. Alimenta una versión de ti mismo más Confiada:

Sea como sea, si no confías en ti mismo estarás en la deriva. Tengas los recursos que tengas eres válido, no estás dañado ni tienes una tara. Muchas personas, en su fuero interno lo piensan, lo viven y lo pasan mal con esto.

Aprender a confiar en uno mismo parte de la idea de abrazar lo que eres sin condición. Si te has encontrado por dentro echo unos zorros, bienvenido sea que lo hayas visto.

¿Quieres que sea de otra manera?

  • Empieza por permitirte ver la oportunidad de llevarte mejor contigo mismo. ¿Ganarías algo?
  • Plantéate si quieres seguir pagando el precio de tratarte mal ¿Qué más perderías?
  • Experimenta situaciones en las que te permitas hacer lo que necesitas pese a que no salga como quisieras.
  • Acepta tus «fracasos» pero sobre todo: presta atención a tus éxitos por pequeños que te parezcan.
  • Experimenta situaciones sociales en las que no tengas tanto el foco en lo que van a pensar los demás.
  • Expresa tus emociones siempre que respetes el entorno.
3. Autorízate a ser tú mismo:

Si ves que dentro de ti tienes un policía restrictivo que te habla de forma drenante y demoledora, para y pon el foco en dar valor a lo que eres con tus virtudes y tus defectos.

Autorizarte a ti mismo a ser quien eres bajará las defensas protectoras de esa parte de ti que te critica y castiga.

Sólo con éso subirá tu sensación de merecimiento. Hay que practicar.

4. Cambia tu lenguaje:

Con el que te hablas y con el que hablas a los demás.

Pasar a usar palabras bonitas de un día para otro no es el tema.

Si te suele decir: «¡Qué mal lo has hecho!», «¡Otra vez has metido la pata!», «¡Qué vergüenza lo que he dicho!», etc

Seguro que no podrás pasar de cero a ciente diciéndote: «Todo está fenomenal», «Me quiero y me acepto», etc.

Pero prueba tal vez con: «Un momento, a ver qué he hecho bien para no hablarme tan mal», o «Vale, he metido la pata pero no me voy a machacar».

Date cuenta de que es un proceso y los cambios que hagas, cuanto más graduales mejor. Así será más creíble para ti tu forma de hablarte, te darás cuenta que avanzas y logras y tu policía interno se irá de permiso una temporada.

Autoestima, Autoconfianza y Asertividad
5. Usa esquemas mentales y valores que doten de energía tus acciones:

Esto es más profundo.

Si piensas que todo tu alrededor va contra tuya, que nunca vas a ser capaz de alcanzar tus metas o que es muy difícil que puedas cambiar, estaremos hablando de creencias hondamente arraigadas que bloquearán tus acciones.

Construir nuevas creencias positivas que potencien tu mejor versión requiere de esfuerzo pero merece la pena.

Podrás ayudarte también de lo que sea verdaderamente importante para ti: los valores.

¿En qué crees profundamente?

¿En el Amor, la Generosidad, la Libertad, el Conocimiento, la Justicia, la Creatividad?

Haz una lista de valores para llegado el momento tomar decisiones teniendo en cuenta que respetas tus principios. Los valores son más poderosos que las creencias y mientras vas re-construyendo tus esquemas, el sentido de lo que haces te salvará.

6. Y ahora sí, tus conductas asertivas:
  • La base: todo el trabajo anterior.
  • La expresión: respeto y valoración, ¿por quién? Por ti y por los demás.

Te preguntarás que que pintan los demás por aquí pero date cuenta que la forma en que tratas a los demás es un reflejo de cómo te hablas a ti mismo. Interviniendo dentro y fuera, tendrás doble resultado.

Hemos visto que la Autoestima baja tiene que ver con depender del otro para sentirte bien:

  • Reconoce qué necesidades personales y afectivas tienes que no estás cubriendo para ir corriendo a satisfacerlas.
  • Luego observa cómo cambia tu actitud a la hora de comunicarte con los demás.
  • Y por último refuerza el trato respetuoso hacia tu entorno. El hecho de hacerlo también te aportará una sensación de logro, equilibrio y cuidado.

Tu plan para cubrir tus necesidades te va a pedir aprender a poner límites, saber decir que no, respetar tus tiempos y un montón de cosas más.

Para ello te invito a colgar en el frigo el listado de derechos asertivos:

de Antonio Soler. Psicólogo Cognitivo Conductual en www.antoniosoler.es

1. Algunas veces, tienes derecho a ser el primero. Ceder siempre a los demás, no comunicar tus deseos o preferencias no te hace más cortés. No digas «lo que quieras» cuando tengas una preferencia.

2. Tienes derecho a cometer errores. Los errores forman parte de la vida, son necesarios para el aprendizaje. No te avergüences por ellos y defiende tu derecho a cometerlos.

3. Tienes derecho a tener tus propias opiniones y creencias. Tener una opinión distinta a la mayoritaria no implica estar equivocado, ¡quizá justo lo opuesto!

4. Tienes derecho a cambiar de idea, opinión, o actuación. Cambiar de opinión no es una traición a ti mismo, es evolucionar, aprender, ser flexible.

5. Tienes derecho a expresar críticas y a protestar por un trato injusto, pero siempre de forma respetuosa a los demás.

6. Tienes derecho a intentar cambiar lo que no te satisface. No te digas a ti mismo que no lo has intentado.

7. Tienes derecho a pedir ayuda o apoyo emocional.

8. Tienes derecho a sentir y expresar el dolor. Todos sentimos dolor, y tienes derecho a expresarlo ante aquellas personas que son importantes para ti si lo necesitas.

9. Tienes derecho a ignorar los consejos de los demás. Cuando alguien te da un consejo es precisamente eso, no una orden de actuación.

10. Tienes derecho a recibir el reconocimiento por un trabajo bien hecho. Esto se aplica a los demás, pero sobretodo a ti mismo. Reconoce tus méritos.

11. Tienes derecho a negarte a una petición, a decir «no» sin sentirte culpable o egoísta. Decir “no” no te hace desleal o egoísta.

12. Tienes derecho a estar sólo, aún cuando los demás deseen tu compañía.

13. Tienes derecho a no justificarte ante los demás. En ocasiones con un “No, gracias” es suficiente. No tienes por qué dar excusas y menos si no son sinceras.

14. Tienes derecho a no responsabilizarte de los problemas de los demás.

15. Tienes derecho a no anticiparte a los deseos y necesidades de los demás y a no tener que intuirlos.

16. Tienes derecho a ser tratado con dignidad. Cuando sientes que no eres tratado con la dignidad y el respeto que mereces, tienes derecho a protestar por ello.

17. Tienes derecho a tener tus propias necesidades y que sean tan importantes como las de los demás.

18. Tienes derecho a experimentar y expresar tus propios sentimientos, así como a ser su único juez.

19. Tienes derecho a detenerte y pensar antes de actuar.

20. Tienes derecho a pedir lo que quieres y la aceptar un no por respuesta.

21. Tienes derecho a hacer menos de lo que eres capaz de hacer. No siempre puedes rendir al máximo.

22. Tienes derecho a decidir qué hacer con tu cuerpo, tiempo, y propiedad.

Y otro más: Derecho a elegir no compartarte de forma asertiva.

Dime tú, ¿qué parte del proceso quieres activar? ¿Autoestima? ¿Autoconfianza? ¿Asertividad?

Espero que te haya sido útil.

Me encantará leer tus comentarios más abajo.

Un abrazo

Domingo Delgado

Descubre cada jueves contenidos exclusivos que te mostrarán la estrecha relación que existe entre tu imagen y tu interior. Únete y accede ahora a la Guía de Desarrollo Personal a través del Estilo con 5 Pasos para recuperar la conexión contigo mismo y encontrarle sentido a tu Presentación ante el Mundo

13 COMENTARIOS

Comentarios

  1. Aracelly dice

    Gracias domingo un artículo muy interesante y la verdad bastante acertado ya que nunca nos damo cuenta de lo que nos afecta no vernos a nosotros mismos bendiciones

    • Domingo Delgado dice

      Gracias a ti Aracelly!
      Sí, la Autoestima está en el día a día y en pequeñas cosas que a veces nos pasan desapercibidas. Tenemos muchas oportunidades de respetarnos y valorarnos 🙂
      Un abrazo

  2. Eliana gomez dice

    Al leer este articulo me doy cuenta que me exijo mucho.
    Me identifico con lo que escribes y aprendo à ver de otra manera un saludo domingo gracias.

Trackbacks

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *